15 diciembre 2014

Soy Ginger! Quieres ser mi Fred?

Para Ire, que ha pedido tempranas aventuras pedalísticas en la Pérfida...


Primero hay que aclarar que cuando los Pedalistas llegaron a la isla, en Junio de 1997, aún no eran "los Pedalistas". Este concepto llegó anios después, en concreto a finales del 99, en un viaje a Nueva York, donde caminaron tanto que el que hoy es El Pedalista (ella es Di, o sea yo, qué lío) comenzó a comentar las palizas por las manzanas de Manhattan como de una carrera ciclista colombiana se tratara... y así se quedó.

Así que al llegar a la isla el Pedalista y yo éramos un tándem singular y un tanto kamikaze. El Peda había dejado lo que prometía ser un buen trabajo de esos de-para-toda-la-vida en la época de las vacas gordas para seguir a una de Vetusta que justo tenía el título debajo del brazo. Podrá resultar chocante que a la primera entrevista que hice me ofrecieran el trabajo (estaban desesperados o qué?), pero no que lo aceptara (estaba desesperada). El Peda aún alucina a día de hoy de la oferta (la inconsciencia de esa gente) y de mi aceptación (la mía). Para convencerle: "Pero, alma en pena! Que no sé hacer la "o" con un canuto! Que esta gente me va a pagar por enseniarme!"

O sea, era como lo de coge el dinero y corre, pero coge el trabajo e ídem, ellos verán lo que hacen. Claro que lo que no sabíamos es en dónde nos estábamos metiendo: (Great, complejo de inferioridad, alguien?) Grimsby era Grimbsy, un "spot en el curriculum" de cualquiera. Ahora que Pe va a interpretar a Di en la historia de mi vida (la peli, con Sacha Baron Cohen, se estrenará en breve), todos tendréis la oportunidad de comprobar en vuestra propias retinas el lugar donde el Peda y la que firma vivieron (peligrosamente) durante el primer anio fuera de casa, de la península, y de sus cabales.

Great Grimsby (es el nombre oficial, en serio), la ciudad de Grimbsy, pasó por nosotros como si nada, porque vivíamos, ya lo he explicado aquí, era una Institución Total de donde solo salíamos para ir al cine, a Clítoris (ah, cómo olvidar aquel gran titular del periódico local: "Cada vez más británicos cambian el Caribe por Cleethorpres"-entre nosotros, Clítoris) y a bailes de salón. 

Esto último se perpetraba en un gimnasio cercano y ya lo he explicado la divaganta Marisa hace un par de divagues. El origen?: Yo siempre quise bailar como Ginger y a quién arrastrar si no al Peda para que fuera mi Fred. Pero cual fue mi desilusión cuando, pasadas unas clases, se hizo obvio que lo de Fred hubiera sido posible tal vez con unos anios más de entrenamiento, pero lo de Ginger iba a ser que no. Problemas psicomotrices, de coordinación, de propiocepción, de estar en el universo... no lo sé, pero el caso es que el Peda pronto me superó y la humillación se hizo insoportable. 
 
Pero (entra Alaska & Pegamoides) no me arrepiento, volvería a hacerlo... aunque solo fuera por haber conocido a "Bondad Graciosa" ("Good gracious", por una vez el traductor ha superado al inglés), el estereotipo de british en Asterix en Gran Bretania, que corta el césped simétrico y bebe agua caliente con una nubecita de leche. Marisa lo describe muy bien, hace una imitación hilarante (una pena que esto no sea videodivlog): saca los dientes, pone la pose como rígida que nuestro héroe adoptaba para bailar y voilá! Nos devuelve a este hito y mito de nuestros primeros tiempos en la Pérfida. Ah, pero con qué sabor agridulce: me queda el dolor de no haber bailado un fox-trot* con él. 

*Nota: aprovecho para desmentir a la divaganta marisa, y sus "equivalentes a boleros" para referirse a lo que bailábamos en el gimnasio. Falso. Aprendimos tres ritmos: vals, fox-trot y otro que no recuerdo. 

Y ahora me iba a lanzar a la anécdota de cuando acabé en la comisaría, pero mirad qué horas son y creo que Grimsby bien vale otro divague...

9 comentarios:

  1. Gracias, me ha encantado lo de good gracious. Porfa seguid, y porfa, Marisa, cuenta más. Si me permite, seño, con tu estatura la propiocepción se tiene que planificar por cuadrantes X-D.

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  2. Muy muy muy fan de que aparezca Asterix en este blog, me encanta Asterix en Bretaña con el cesped simétrico y agua hervida con una nube de leche.

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  3. ¡Mucho te tiene que querer el Peda! no quiero ni imaginar la respuesta que recibiría yo de cualquier otro hincha de la Real si le propusiera acompañarme a clases de baile de salón...

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  4. Qué buenos esos primeros momentos de vida en común, de vida emancipada, de vida laboral. Era el comienzo de todo.
    La Dr, Di, debía amoldarse a una nueva forma de practicar la medicina, y entre otras cosas tuvo que aprender a poner inyecciones en pastillas de jabón. No todo iba a ser bailar y bailar. El Peda mejoraba su inglés a oídos vista; es cierto que coleslau no le salía muy bien, pero hacía la compra con un fluido “One of this, one of this”. Y píllalo ahora.

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  5. Anda vas a volver a reescribir el blog desde el principio!!
    también volvereis con un post del pobre puto pavo???

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  6. Hola guapas, Ire kamikaze total.. seguiremos, la siguiente la de la comisaría.... Asterix es genial Mo, a qué edad se les puede introducir a las enanas? (aún no he empezado con Mini). Cesi, al Peda tb le dije q se apuntara al equipo de rugby y en eso no me hizo caso... con lo q hubiera ido a animar yo! (ayer estuvimos con un amigo q explicó siu fracaso con el deporte: "yo jugaba al rugby... entonces todos siguieron creciendo menos yo").

    Marisa.. qué razón con lo de los primeros momentos... cierta morrinia. Jo, y menos mal q te tengo aquí pq ya no me acordaba de lo de la patata, pero es verdad!!! Pero tú crees q eran inyecciones de culo o coger vías con un venflon? ay por dios, qué mal lo pasé (por no hablar de los pobres pacientes) :) Tranqui, ire, eso tb lo contaré...#

    Txelos, es q quedan cosas por contar! Y a la incauta Ire le interesan. SObre el pavo, mira un comentario mío en el post de ayer a JL Rios...

    muxus

    di

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