Hay algunos que son los de la música: "como los vinilos nunca habrá nada". Otros de las pelis: "oj, el cine clásico en blanco y negro". Tambien otros del día de los muertos: "Donde esté ir al cementerio en lugar de esas americanadas del Halloween". Otros de la juventuz: "Esta juventuz no sabe montárselo, en mi promoción hicimos...". Y los de la tecnología: "Cuando no había móviles, la gente se encontraba igual" o "sin internet se vivía mejor" o el "Nunca una lágrima enborronará un email" (este es Saramago). Los hay de la literatura: "Hay tantos clásicos por leer, que me pondré con la actutalidad cuando los domine". Y los de la moda: "Imposible emular el glamour de los 50". O del propio tiempo: "Aquellos veranos interminables de la infancia". O del amor: "El primer amor no vuelve jamás". O del sexo: "ah, el sexo cuando era pecado... si estas paredes hablasen".
Nostálgicos del pasado, muchos podríamos encontrarnos en alguna de las frases de arriba. Yo incluída. Porque a ver, el año epistolar intentando ligarme al Pedalista no habría sido lo mismo por email: la trepidación, los días de espera, el sonido de la moto del cartero, el sobre y valorar cuántos folios llevaba dentro según el peso, y encerrarme en mi cuarto a leerlas. Y las endorfinas posteriores. Seguro que ese proceso de enseñar nuestras plumas de pavo real (que de eso va el cortejo) vía la escritura hubiera durado mucho menos, porque los tiempos pasan ahora de diferente manera. Habría sido distinto, y me niego a pensar que mejor.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Ese es uno de los temas que toca Woody Allen en su última película "Midnight in Paris". ¿Te apasiona el imperio romano? ¿Te hubiera gustado vivir en él, sin antibióticos? ¿O en el Renacimiento sin epidural? ¿O cuando el sol no se ponía en nuestro imperio sin Cortázar, las sufragistas, Virginia Woolf o Bach? Tendemos a mitificar ciertas épocas del pasado sin tener en cuenta que son solo algunos aspectos vividos por una minoría los que nos atraen. Tal vez olvidamos que esta época, la nuestra, también será mirada hacia atrás con nostalgia ("oh, aquella época en la que iban a los hospitales gratis, alucinante!") y que estamos haciendo historia (yo alguna extraña vez he tenido consciencia de ello). Así que Carpe Diem.
Pero divago. Porque el motor de este divague ha sido el de ayer de mi cobloguera Diva "Cinema Paradiso". Y es que las salas de cine son uno de los elementos de nostalgia más potentes para mí, sobre todo cuando asisto con terror al desarrollo de los multiplex en horribles centros comerciales a los que solo se puede llegar en coche. Esto viola mi concepción de lo que debería ser una sala de cine, y las cosas con las que debería asociarse.
Sobre las salas de cine emblemáticas de Vetusta, la ciudad que me sufrió crecer, hablé hace siglos aquí. Hoy querría hablar del Ritzy, el mayor cine independiente del UK, que tiene más de 1o0 años, uno de mis lugares fetiche. Allí es donde fuí a ver la peli de Woody Allen el domingo pasado, y donde he visto, a lo largo de los años, muchas otras que me han hecho volar. Porque en esto consiste la magia de las salas de cine: sales de tu mundo, y durante dos horas eres explorador, lloras con muchos besos cortados, ríes como si no hubiera mañana, te enfadas con un director que en ese momento te parece pretencioso, te preocupas y le das vueltas y más vueltas a un tema, te vuelves mejor person al ver a otros que lo son, y relativizas. Por eso sería tristísimo que las perdiéramos, las salas céntricas, las de toda la vida (toma nostalgia), por esos estúpidos multiplexes en casadios. En el Reino Unido hay una organización, The Cinema Theatre Association, que trabaja para conservar el patrimonio de las salas de cine. Cerca de mi casa hay uno convertido en apartamentos, pero muchos otros se han salvado.
El domingo, en el Ritzy, me quedé hasta el final de los créditos. La peli termina con una música y una idea que te dejan una sonrisa en la cara. Dieron la luz, y se apagó la magia. Not really. Fuera me esperaba la vida real. Que es un poco mejor con el cine en ella.
Nostálgicos del pasado, muchos podríamos encontrarnos en alguna de las frases de arriba. Yo incluída. Porque a ver, el año epistolar intentando ligarme al Pedalista no habría sido lo mismo por email: la trepidación, los días de espera, el sonido de la moto del cartero, el sobre y valorar cuántos folios llevaba dentro según el peso, y encerrarme en mi cuarto a leerlas. Y las endorfinas posteriores. Seguro que ese proceso de enseñar nuestras plumas de pavo real (que de eso va el cortejo) vía la escritura hubiera durado mucho menos, porque los tiempos pasan ahora de diferente manera. Habría sido distinto, y me niego a pensar que mejor.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Ese es uno de los temas que toca Woody Allen en su última película "Midnight in Paris". ¿Te apasiona el imperio romano? ¿Te hubiera gustado vivir en él, sin antibióticos? ¿O en el Renacimiento sin epidural? ¿O cuando el sol no se ponía en nuestro imperio sin Cortázar, las sufragistas, Virginia Woolf o Bach? Tendemos a mitificar ciertas épocas del pasado sin tener en cuenta que son solo algunos aspectos vividos por una minoría los que nos atraen. Tal vez olvidamos que esta época, la nuestra, también será mirada hacia atrás con nostalgia ("oh, aquella época en la que iban a los hospitales gratis, alucinante!") y que estamos haciendo historia (yo alguna extraña vez he tenido consciencia de ello). Así que Carpe Diem.
Pero divago. Porque el motor de este divague ha sido el de ayer de mi cobloguera Diva "Cinema Paradiso". Y es que las salas de cine son uno de los elementos de nostalgia más potentes para mí, sobre todo cuando asisto con terror al desarrollo de los multiplex en horribles centros comerciales a los que solo se puede llegar en coche. Esto viola mi concepción de lo que debería ser una sala de cine, y las cosas con las que debería asociarse.
Sobre las salas de cine emblemáticas de Vetusta, la ciudad que me sufrió crecer, hablé hace siglos aquí. Hoy querría hablar del Ritzy, el mayor cine independiente del UK, que tiene más de 1o0 años, uno de mis lugares fetiche. Allí es donde fuí a ver la peli de Woody Allen el domingo pasado, y donde he visto, a lo largo de los años, muchas otras que me han hecho volar. Porque en esto consiste la magia de las salas de cine: sales de tu mundo, y durante dos horas eres explorador, lloras con muchos besos cortados, ríes como si no hubiera mañana, te enfadas con un director que en ese momento te parece pretencioso, te preocupas y le das vueltas y más vueltas a un tema, te vuelves mejor person al ver a otros que lo son, y relativizas. Por eso sería tristísimo que las perdiéramos, las salas céntricas, las de toda la vida (toma nostalgia), por esos estúpidos multiplexes en casadios. En el Reino Unido hay una organización, The Cinema Theatre Association, que trabaja para conservar el patrimonio de las salas de cine. Cerca de mi casa hay uno convertido en apartamentos, pero muchos otros se han salvado.
El domingo, en el Ritzy, me quedé hasta el final de los créditos. La peli termina con una música y una idea que te dejan una sonrisa en la cara. Dieron la luz, y se apagó la magia. Not really. Fuera me esperaba la vida real. Que es un poco mejor con el cine en ella.
A mi me gustó tanto Midnight in Paris que la fui a ver dos veces al cine....
ResponderEliminarEstoy contigo en que cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor....si bien hay ciertas cosas, como bien dices, que no deberían perderse. Yo tampoco soy participe de los multicines en centros comerciales que además...ponen los aires acondicionados a tal calibre, que no dejas de pensar que eres un producto en una nevera, te tratan como una lechuga recién comprada en el supermercado. No me gustan.
Al cine se debería poder entrar como en los teatros....desde la calle, con sus entradas anunciando el cartel/cartelera de la semana.
Eso tiene historia.
Al leer tu primer párrafo me he encontrado con algunas de mis palabras...pero soy consciente que cuando las digo, las digo por nostalgia, pero no desecho la actualidad bien entendida. Me encanta el cine clásico y si es en blanco y negro mejor; los clásicos de la literatura; donde esté ir al cementerio que se quite halloween; como los vinilos nunca habrá nada (ayy que lloro un poco..jajjaa). Pero soy consciente que cuando al final echamos un poco la vista atrás y decimos estas cosas, es porque la nostalgia en si es evocadora; y evocar a veces nos hace sentir bien...y retrotaernos a tiempos ya vividos en los que pedazos de nuestro tiempo, tuvieron el lujo de ser diluidos y complacidos por aquello que nos hacía felices en aquel momento.
Hoy hay auténticos delirius tremens con el cine actual, novelas actuales etc... los soportes van todos cambiando, las maneras tambien, los espacios físicos etc..
Lo diferente o nuevo nos cuesta, y puede que un mecanismo de defensa sea evocar tiempos pasados y recuerdos en blanco y negro.
Jooooo...yo quiero mi Midnight in Paris....jajajajjajajaa
De momento, una nota a vuela pluma: si no nos conociéramos, mi butaca estuviera al lado del pasillo, tú estuvieras por los adentros y pretendieras salir cuando empiezan los títulos de crédito, recibirías un bufido y un "La película no se ha terminado". Una vez, un joven gracioso, cuyo paso había yo bloqueado (coloco las piernas de modo que nadie pueda pasar) me preguntó si me interesaba quién había manejado la grúa, a lo que le contesté que mi primo se dedica a eso en América y para mí ver el nombre de mi primo es SAGRADO.
ResponderEliminarLa nostalgia es formidable. Sin entrar en ontologías, todo nuestro pasado emocional tiene un fuerte componente de lo que somos hoy, y revisitar ese componente, del que además de sacar el posible yo de hoy hemos sacados nuestra fuerza (y también nuestras debilidades), nos renueva.
Lo que me parece falso es adjetivarlo, como mejor o como peor. En mi opinión, el pasado fue mucho peor. Pero me tocó lo que me tocó; y mi base emocional se forjó en él. No quiero darle la espalda. Lo necesito... pero no lo echo ni de menos ni de más. No volverá. Pero siempre estará conmigo. Se irá debilitando conforme, por ley de vida, los que lo compartieron se vayan muriendo (siempre se mueren "los otros", ¿os habéis fijado?) y no tenga con quién hablar de él. Pero conforme más se debilite en las relaciones exteriores, imagino que más potente se hará, como un nodo de la Resistencia, en el interior.
Del fósforo y el calcio que tomamos en la infancia están hechos los huesos de hoy. La nostalgia personal me parece por tanto un proceso válido. La nostalgia social es (salvo retroceso social evidente) una infamia.
(Como verás, no soy como tú, que ante un post que le da una idea escribe otro post. Yo lo meto en un comentario y me quedo más ancho que largo).
(Si me quitan los cines a los que voy andando y me los llevan al extrarradio, ¿qué será de mí, ay Señor, Señor?).
La nostalgia, al igual que los recuerdos, es ficción, y nos da la posibilidad de soñar un sueño cuasi real, del que además de artífices somos protagonistas. Podemos recrear nuestro pasado, esto a veces reconforta. Siempre acecha el peligro de la idealización ... sobre todo lo si crees como real, como objetivo. Pero así somos, equilibristas!
ResponderEliminarAhora entiendo porqué tu y el Peda no tenéis coche en Londinium... y es que vais a trabajar en tractor!!!!!!
ResponderEliminarTanto glamour que desprende el blog, que si Londres, que si Creta, que si USA y al final, lo básico toma protagonismo.
vivan los tractores!!!!
Lo del pañuelo es para que nos se te ensucie el pelo, ¿A que si? Una nota chic.
La peli no la he visto.
Bueno, creo que todos estaréis de acuerdo en que cualquier lavadora pasada fue mejor, y es que "ya no hacen [lavadoras, televisiones, radios, etc.] como las de antes".
ResponderEliminarY los tomates, las truchas, las manzanas, las peras,...
Pero me gusta la reflexión de Nán. En el fondo la nostalgia del pasado es nostalgia de la juventud, y la juventud es ilusión, expectativas, futuro.
"Donde esten los cementerios q se quite Halloween"... NO, ahora nos has salido gótica?! O es q te acuerdas de "Rocking on the graveyard"? (aparte de canción, programa de radio de un conocido de ambas). Sobre nuestra "Midnight in Paris", parece q lo importante es encontrar a alguien q quiera pasear contigo debajo de la lluvia... o ir a los cementerios. No es fácil, y a veces los q dicen q sí, q la lluvia y el baile luego se rajan...
ResponderEliminarQuerido NAN, puedo meterme contigo? Es q con la dedicatoria tan mona y cariniosa q me has hecho en tu blog no puedo hacer menos. No había duda q eres de los q se quedan a leer los créditos. Yo he de admitir q me quedo:
1. Para la música, si algo de esa me ha gustado
2. Para las localizaciones (por ej, quería saber donde ser rodo Cinema paradiso-sicilia)
3. Cada vez mas en algunas pelis hay una última escena tras los créditos (de premio para los q buscan al de la grúa)
4. Y más importante: algunas veces, al teminar una peli, estoy tan tocada q necesito un ratito para componerme emocionalente (if only esto fuera posible). Estas veces son las mejores.
Y sí, se q no eres como yo, pero es q yo querría ser más como tú (por no hablar de empezar a escribir lejanamente como tú), estoy en ello, entonces por eso me alegra sobremanera q escribas largo aquí, y q escribas en el tuyo y en el de todos los demás, por donde te seguiré buscando.
ANONIMO, me ha gustado tu descripción de la nostalgia: es ocmo mirarnos en una peli con cristales rosados. El peligro de la idealización es mas q un peligro: suele ser una realidad. Por eso no me gusta la nostalgia, y pq puede pasivizar.
DIVA: te equivocas, el Peda y yo somos auténticos equilibristas (como decía ANONIMO), somos verdaderos camaleones que sí, vamso en tractor en Creta (la foto nos la tomaron de camino de Rethymno y el panuelo era pq no me había lavado el pelo esa semana), pero en Londinium vamos en descapotable (sabías q LOndinium es la ciudad europea ocn mayor número de descapotables? yo tampoco, pero por la cantidad q veo, me atrevo a echar este órdago).
BASAJA, no sabía q teníais todos estos developments (radio, lavadora) en el bosque. Eres un agitador de las masas acomodado, igual te rescindimos.
Os mando muxus y hugs
di
Cómo me lees el pensamiento Di...estoy empezando a asustarme jajajajaja.
ResponderEliminarYessss "Rocking in the Graveyard"...y donde esté Screaming Lord Sutch ya no hace falta más Halloween ni mas ná jajajaja.
Si....esa es mi Midnight in Paris..;)
(es verdad...hay mucho rajado bocas por el mundo ;)
Muaaa (forma de despedirme solo para Di que inauguro hoy; ser la única a la que conozco en carne y hueso tiene caché y ella por si misma ademas...más).
Me voy cagando leches a clases de italiano, a médicos y a trastear en los bancos. Cuando acabe, exhausto, sewrá la hora sagrada de los evrmús.
ResponderEliminarPrometo solemnemente que esta tarde te contesto aquí y en mi sitio.
Ya te contesté a lo largo en mi casa. Aquí, te digo "gracias"; te digo por favor por favor no seas como yo si puedes evitarlo; te digo no te sientes en el cine en una butaca cuando la mía esté entre tú y el pasillo, porque, y mira que te quiero, pero a fe mía que te ves los créditos enteros.
ResponderEliminarHug onotes