Ahí estaba encima de la mesa, acusándome.
Unos minutos antes yo había firmado la hoja y el
veterinario se había ido dejándola encima de la mesa. La hoja seguía allí. Yo desde lejos veía mi firma y me sentía como un verdugo mientras los ojos
se me empañaban de lágrimas. Haces lo mejor, haces lo mejor, trataba de
decirme mientras guardaba su collar en mi bolso. Todavía lloro al recordarlo. No he tenido valor de ver como acababa
todo. Quería quedarme con otra imagen de ella.
Durante casi catorce años, mi
perra ha sido fantástica: inteligente, divertida, rápida, alegre, juguetona, con una vitalidad desbordante. Nos ha servido de mantita en invierno y ha sido una fantástica compañera de
juegos de los pollitos. En broma decíamos que era la hermana mayor. Fue la primera
que llegó a casa y la que les enseñó, entre otras muchas cosas, a querer a los
animales. De hecho una de las primeras palabras que aprendieron era su nombre y
me enternece recordar como a media lengua la llamaban. Venía conmigo a todos los sitios, reuniones, viajes, bodas... La voy a echar tanto de menos....
Mi perra era capaz de detectar
donde mi madre tenía los clavos en la pierna y lamerle en el sitio exacto,
sabía comer fruta, pepinillos y sardinas y si alguien salía de casa le esperaba
en la entrada hasta que llegaba. Era muy obediente excepto en una cosa: cuando veía
un perro iba a por él, a darle un revolcón. Aunque nunca mordió a ninguno. Apoyaba su cabeza en mi hombro cuando conducía, sabía
dar la pata, sentarse y hasta hacerse la muerta por un trozo de algo bueno.
Lo siento muchísimo, de verdad. Sé qué tipo de pérdida es esa. Un abrazo muy muy fuerte.
ResponderEliminarLo siento. Me da mucha pena leer cosas así. Supongo que tiene que ser terrible. Ánimo.
ResponderEliminarYo soy una recién llegada al universo perruno, pero puedo imaginarlo, y tiene que dar muchísima congoja. Yo sólo llevo 3 meses con Lea y ya no podría imaginarme la casa sin ella...
ResponderEliminarLo siento mucho, Diva.
Una decisión muy difícil, pero sin duda valiente y llena de amor. Un besote Diva.
ResponderEliminarLo siento mucho. Qué decisión tan dura.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Lo siento muchísimo. Si te sirve de algo, estoy convencida de que has hecho lo correcto. Un besote.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Diva. Aunque sé lo inútil que es. Tuve que hacer lo mismo hace algo más de 20 años y al leerte, me vuelve. Yo que tantas personas queridas se me han muerto, sin llorar más que un poco a escondidas, estuve un mes llorando su ausencia en todos los rincones de la casa.
ResponderEliminarSe te ha ido un trozo importante de ti misma. Llora todo lo que quieras durante un tiempo.
Lo siento Diva... lo he vivido con algún perro q tuvieron mis padres. De aquí saldrían muchísimos temas para divagar (estás suerte de q esté abducida), pq por una parte, qué suerte la de los perros q pueden tener una "muerte digna", en lugar de sufrir sin sentido. Tambien creo, y es mi opinión, q gastar grandes cantidades en investigaciones e intervenciones para un animal no está justificado en el mundo a día de hoy. Pero a la vez, si juntamos esa "muerte digna" con lo económico y personas, y le damos al FFW unos años... me da miedo.
ResponderEliminarUN hug desde el pantano
di
Vaya Diva...lo siento. Yo he vivido dos momentos de esos...y no quiero pensar el día que le toque a Lucas..mi fiel y simpático compañero de tontadas, sueno, momentazos, risas y circusntancias variopintas.
ResponderEliminarAdoro los perros...
Gracias a todos por vuestras palabras. Perdonad que no me extienda pero no puedo hacerlo sin ponerme a llorar.
ResponderEliminarLo siento, Diva. Transmites en tu entrada todo lo que sentías antes, y lo que sientes ahora. Un abrazo.
ResponderEliminarLo importante es que has hecho lo mejor para ella. Eso.
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