Escenario:
Domingo. Reunión de comunidad de regantes en un pueblo del pirineo aragonés. La escena tiene lugar en el "hay untamiento" de la localidad. Yo asisto en calidad de interesada. Consuerte y pollitos deciden irse a Pueblo a jugar un rato mientras dura la asamblea.
En cuanto entro a la reunión 20 caras de curtidos montañeses (que no montañeros) me analizan de arriba abajo. Por supuesto soy la única mujer de la sala. Enseguida descubro caras de interrogación acerca de mi supuesta procedencia.
Saludo a un par de conocidos, que después deben aclarar al resto de que "Casa" soy. Aquí en la montaña se lleva lo de ser de Casa tal o casa cual y lo de los apellidos tiene mucha menor importancia. Lo cual, antropológicamente hablando, tiene su lógica y su encanto. A mí personalmente me gusta mucho.
Acaba la reunión y decido irme con uno de los conocidos hasta el pueblo donde Consuerte y pollitos se lo están pasando pipa. Deduzco que si deciden venir en mi busca, me toparé con ellos en la sinuosa carrreterita. Así que el vecino y una servidora vamos en una pick up, tipo ranchera, hablando de vacas chónegas y mohínas (tal y como una misma: jóvenes y castañas). A los pocos kilómetros del recorrido, nos topamos con Consuerte y pollitos que ya venían a buscarme. La pista de montaña es tan estrecha que no podemos dar la vuelta, así que Conocido y yo seguimos hasta el pueblo y Consuerte y pollitos nos siguen a pocos metros.
Diálogo en el coche de Consuerte entre los pollitos y él mismo como moderador:
P1 y P2 con cara de asombro:
P1: - Pero, ¿qué hace mamá con ese señor en ese coche?
P2:- Siiii, ¿Por qué va con él?
Consuerte: Es el coche de Conocido. Seguro que ya ha acabado la reunión y venían en nuestra búsqueda y bla, bla....
P1: Pero... ahora le dará la mano a Conocido y bailará con él!!
P2: Yo quiero que mamá venga con nosotros.
Consuerte (en plan cabroncete). Dejemos que se vaya con él y nosotros nos vamos a casa.
P2: ¡NOOOOOOOO! Yo quiero ir con mamaaaaaaá.....
P1: Yo tambieeeeeén!!!
Por si había alguna duda.
Al cabo de un ratito Conocido y yo paramos porque él me enseñaba unos animales en un prado. Al subir al coche de nuevo P1 y P2 habían tomado el asiento de atrás y preguntaban:
- Mamá, ¿Podemos ir también en este coche? ¿Por fa?
- ¿Y yo? Yo también voy.
- ¿Y yo? Yo también voy.
Consuerte aún se está riendo.
¡¡¡Prime!!!
ResponderEliminarMuy buena anécdota...¡ah,la imaginación de los noños!
O sea que tu en ese coche con ellos y...¿abandonaban a Consuerte?
ResponderEliminarEso es lo que te ha contado Consuerte, ¿no?
ResponderEliminarLuego la medallita se la lleva él...
Sí, Gonzalo,
ResponderEliminarConsuerte nos seguía detrás en su auto y yo iba con la tropa en el de Conocido. Es lo que sucede cuando una es una mamá de éxito y además TAN guapa.
Basaja!!!!
ResponderEliminarCuánto de bue...nuevo!!! Has estado de baja por maternidad, has tenido ciática, se cayó un rayo en la antena de los bosques....
Desde luego que par lo que has aportado con tu comentario... En fin, a ver si nos esmeramos un pelín más.
Joder, encima que dejo entrever mi vena romántica...
ResponderEliminarLo que quiero decir es que todo es una historia inventada por Consuerte, que a ver si le cuidas un poco más...
Para mí que la Basajuana te ha tenido un pelín abandonado.... Tanto romanticismo me deja aturdida....
ResponderEliminarY, sí, tienes razón. Debería cuidar un poco más a Consuerte.
Releo y leo "la imaginación de los ñoños"...lamentable error,es lo que tiene escribir a las 6 y media de la mañana
ResponderEliminar"de los niños"
Foto ya, Diva...
ResponderEliminarSuso,
ResponderEliminarSe te ha leído, entendido perfectamente a las 6, alas 7 y a las 10.
La ñoña suelo ser más yo por eso....
Teresa,
ResponderEliminar¿No sabes que los niños nunca mienten? ¿A que se debe lo de pedir pruebas entonces?
Ni hablar. Estaría faltando a la palabra de pollito.
Oye, pero guapa de veras, ein?
Pero, si no había terreno pa dar la vuelta, ¿cómo se puso Consuerte detrás del coche de Conocido, si él iba en dirección contraria, a buscarla a usted, según nos cuenta, en esta anécdota sobre los sucesos que pueden ocurrir en carreteras rurales cuando se tienen familia y conocidos?
ResponderEliminarHola JAS,
ResponderEliminarDio la casualidad de que cuando nos encontramos con Consuerte fue casi al principio de la carreterita, así que Consuerte pudo llegar hasta la principal y allí dar la vuelta. Apenas hay tráfico.
Además como no se puede correr, enseguida nos alcanzó.
Si es que hay que explicarlo todo....