El otro día vi "Up" (¿la han traducido al castellano ?"¿Arriba?") de la Disney/Pixar, y desde entonces me debato sobre cómo hacer una crítica que no cuente nada de la historia, de la aventura per se, para que quien la vea pase por las mismas fases de sorpresa, admiración y emoción que viví yo.
Antes de nada, dadle al play, al triangulito de abajo. Porque yo os podría decir que la música es de esas bandas sonoras que acabas tarareando en tu cabeza, no machaconamente, sino a gusto, reconciliándote con la vida. Es pegadiza y coqueta, tipo Amelie, o Cinema Paradiso. Se va adaptando durante la pelicula a las distintas situaciones, transformandose en un vals, o en un fox-trot, o en lo que toque. Por cierto, glorioso el momento cuando las rutinas matinales de Mr Fredicksen son apostilladas con la habanera de la mejor ópera: Carmen.
La peli toca muchos temas con una sensibilidad increíble. El protagonista es un viejo (lo siento, paso de eufemismos tipo "tercera edad", yo a los 80 quiero ser vieja), Mr Fredicksen, al que se une un niño gordo, Russel. En algún sitio he leído lo del Don Quijote y Sancho Panza modernos. Alonso Quijano fue otro héroe entrado en años. Curiosamente, estoy leyendo a María Teresa León ("Memoria de la melancolía") y me encuentro con este párrafo:
"Es difícil ser vieja. Se necesita de un aprendizaje, que es el drama de nuestra vida. Por la calle se da uno cuenta que las viejas son todas del mismo modelo. Lo difícil es diferenciarse. A mí me da miedo que llegue un día en que nadie me vea. Sería un purgatorio eso de andar por la calle sin que ninguna mirada se cruzase con la mía. Yo creo que por eso las viejas muy viejas con personalidad se vuelven borrachas y escandalizan a todo el Mundo. Sí, hay que hacer algo, distinguirse."
"Up" está llena de connotaciones positivas sobre envejecer, inauditas hoy en día, en la sociedad de Barbie y Botox. La sabiduría, la capacidad de negociación, el querer seguir aprendiendo, el seguir cuidando a la siguiente generación: todas ellas quiero que las aprenda mi hija.
Tengo varios críticos de cabecera, de distinto corte. El de la radio decía que "se llora tres veces" como un logro, porque raras veces una cinta te emociona tanto . Yo me conozco: lloro -alguna vez hasta con hipo. Así que sin sorpresas: cuando llevaba diez minutos, llegó el primer atracón de llanto. Lágrimas por la constatación de lo que es/debe ser la vida. La ilusión infantil, los planes, la felicidad, la ilusión, el amor, la pérdida, la manera de afrontarla, y al final superarla, las diversas pequeñas molestias de la vida, el amor de nuevo, y cómo otra vez van pasando las dificultades, y se dejan atrás. El ser capaz de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, sé que suena a tópico, pero Up te lo hace ver como si fuera la primera vez, como lo ven (el resto de) los niños de la sala. Es pura terapia cognitivo-conductual.
Hay una metáfora que recorre la película, y con ella, nuestra piel. Y es que es imposible no entender al Sr Fredicksen cuando se aferra a los símbolos de lo que fue su felicidad. Y todos, todos los que estamos viendo la película, hasta los más pequeños, sabemos qué debe hacer, pero a su vez... cómo entendemos que no quiera, que le cueste tanto hacerlo. Este es uno de los "test del algodón" del cine, de las películas grandes: te importa lo que les pasa a los personajes, quieres lo mejor para ellos, y que tomen las decisiones adecuadas. Una peli en la que te da igual el destino de sus personajes, tiempo perdido. Pero es precisamente cuando Mr Fredicksen toma su decisión cuando rompes a llorar la segunda vez. Pese a saber que es lo mejor, que es lo que debe hacer, te da igual: lloras con y por él, y querrías poder abrazarle, y es sólo un dibujo animado.
Es un dibujo animado, y un héroe. Lo vienes intuyendo, y lo confirmas cuando decide. Y cuando comparte. Ahí sí que se llora a gusto.
Yo de mayor quiero ser Mr Fredicksen.
I love Pixar...Monstruos S.A., Wall-e...
ResponderEliminarUp, desde el principio te cuenta una historia muy real, muy de verdad, de la vida. Lo que le puede suceder a cualquiera.
Eso la hace aún mejor.
Me encantó la crítica,¡es genial!
ResponderEliminarLa peli es una obra maestra,sobrecogedora. Y te hace querer ser mejor persona.
Adicto a Pixar hasta la muerte. Crees que no se van a superar y siempre te sorprenden. Con Wall-e se quedaron tan altos que parecía imposible ir más allá...¡Up!
Good morning.
ResponderEliminarA mi me gusta Pixar en plan técnico. Pero lo siento, demasiadas películas tragadas con niños varios hace que el ir a este tipo de eventos sea más una obligación que un deleite (y si habéis visto Alvin y las ardillas 2 me entenderéis)
Por eso, cuando tengo tiempo prefiero ver cine "de mayores" y tratar de relajarme un poco de la moralina de Disney y Pixar.
No he visto "Up" (por cierto, en el país patrio también se titula así Di) y seguro que la veré, pero dudo de que me guste tanto.
Por cierto Di, me ratifico en mis opiniones y como crítica no tienes precio. ¿No te lo estás pensando?
Besos
Bye.
Diva-Totalmente.
ResponderEliminarY por eso yo querria ser el a su edad: rebelarme contra los "Prados Soleados" esos del folleto con abuelitos sonrientes, y volar a Sudamerica...
Dear Suso,
ResponderEliminarMuchas gracias por tus animos. Y estoy contigo en eso tan bonito que dices de "te hace querer ser mejor persona".
Sigue visitandonos de vez en cuando, q nosotras lo hacemos contigo!
Besos
Di
Querid@ Jipi,
ResponderEliminarTras una reciente incorporacion al equipo Pedalista (vease Mini), me parece q se da el pistoletazo de salida para todas esas pelis de Pixar & Co.
No solia ver animacion... tanto es asi q no he visto nada de lo q comentais (y eso q me las han recomendado, un amigo ha escrito un articulo sobre Toy Story como simbolo del capitalismo yanki o algo asi).
Y sigo esperando q ese magnate del petroleo de la critica cinematografica me haga una oferta q no pueda rechazar, para estar todo el dia solo hacienod eso: ver pelis y luego contaros a vosotros lo q me parecen.
Besitos
Di
Muda y empequeñecida me dajeas con las críticas que haces de cine: antes Ágora y "Up" -que no he visto-, ahora.
ResponderEliminarComo lleguen estas críticas a directivos de El País igual le quitas el puesto a C. Boyero.
A mí tampoco me gusta la palabreja de 3ª edad. Personas activas, ilusionadas, con deseos de aprender, personas (hay muchas) que jamás pensarían en sentarse en un banco al sol viendo pasar la vida sin ser partícipes de ella... Ah, pienso que habrá otro nombre menos despreciativo para dirigirse a personas que han rebasado los sesenta, y que, aunque hayan dejado su vida laboral no quiere decir que estén jubiladas de la vida.
Parece un panfleto, pero no.
Disfruta de "Memoria de la melancolía" como yo lo hice en su día.